Para crear una vida extraordinaria es preciso aprender a
sobreponernos a las situaciones adversas. La emoción más buscada por la
gente es la felicidad. Aquellos que son fuertes emocionalmente consiguen
la
felicidad verdadera y el éxito duradero, no como un momento de sus vidas, sino como un recorrido. Las
personas con una mentalidad fuerte entienden que las emociones son el
motor de la motivación, y son conscientes de lo difícil que puede ser
dominarlas. Cuando se encuentran atadas a la adrenalina, las emociones
pueden movernos en la dirección incorrecta. Por esta razón es
indispensable manejarlas si queremos ser felices y exitosos.
Las personas emocionalmente ricas tienen:
1. Confianza
Están
seguras de su valor como personas y no necesitan que el público apruebe
o aplauda sus acciones. No tienen actitud de “escógeme a mí, escógeme a
mí”. Estas personas no necesitan atención, pues se sienten
satisfechas consigo mismas
y están conscientes de que sus logros son resultado del trabajo duro e
incesante en todas las áreas de su vida. Entienden que ser personas
magníficas requiere mucho esfuerzo.
2. Resiliencia
Las
personas emocionalmente ricas tienen una fuerza interior profunda.
Están conscientes de que a medida que se acerquen al éxito encontrarán
gente envidiosa y cruel en el camino. Sin embargo, no se dejan desanimar
por estas personas negativas: están motivadas a cambiar el mundo, y
saben que mientras más éxito tienen, más impacto crean en la vida de los
demás y pueden alcanzar su potencial máximo. Al ser su propia fuente de
poder, están conscientes de las personas negativas que las rodean y
aprenden a
controlar sus reacciones. No dejan que las intenciones destructivas disuadan su voluntad.
3. Mirada al frente
Los
individuos emocionalmente ricos no tienen tiempo para sentir culpa o
criticar a los demás. Dejan de lado los resentimientos, pues saben que
éstos los retienen. El resentimiento los mantiene atrapados en el
pasado, y por ende, consideran que es una gran pérdida de energía. Si
alguien más está resentido con ellos y no deja ir el rencor,
simplemente se alejan de él. Las personas emocionalmente ricas no gastan
su energía tratando de convencer a alguien de que merecen su atención;
simplemente, siguen mirando al frente. No se amargan: buscan mejorar.
4. Fidelidad a sí mismas
No
comprometen sus valores ni sus creencias bajo ninguna circunstancia.
Hacen lo que hacen porque aman hacerlo. Asimismo, no están dispuestas a
cambiar o a dejar de ser quienes son por las críticas. Tienen
claro que se necesita una mente pequeña para criticar a una mente
brillante. Las personas emocionalmente ricas se mantienen alejadas de
quienes buscan atenuar su brillo. Son fieles a su propósito más grande.
5. Fe
Las
personas que se aman a sí mismas entienden quiénes son. No temen ir
tras lo que quieren; pacientemente, trabajan sus miedos y dudas para
trascenderlos. Estos seres extraordinarios saben que todo lo que hacen
en la vida se verá reflejado en sus resultados. Eligen vivir su vida intensamente, y no temen realizar un viaje ambicioso o
comprometerse profundamente para ser felices y exitosos. Se enorgullecen de sus luchas, así como de sus contribuciones.
Las personas emocionalmente ricas eligen tener fe sobre sentir miedo.
6. Madurez
Para
los verdaderos maestros de las emociones, el éxito duradero y la
felicidad real sólo pueden provenir del trabajo duro, el sudor, los
desafíos y el sobrevivir las tormentas. Aceptan que la vida es difícil, y
como abrazan esta verdad, son capaces de trascenderla. Ponen la
responsabilidad antes del ocio, y eligen la bondad sobre la rectitud.
7. Capacidad de discernir
Las
personas emocionalmente ricas son así por una razón. No se exponen a la
gente que las desalienta o desmoraliza: se rodean por personas
motivadas, inspiradoras, honestas, comprometidas y que tienen un
objetivo claro en sus vidas. La energía es contagiosa; las personas
ricas saben elegir bien a sus acompañantes y
mantenerse alejadas de las personas negativas.
8. Autenticidad
No
tienen miedo de mostrarse tal como son ni de ser vulnerables. Tienen el
valor de mostrar al mundo su verdadero “yo”. Dejan que las personas
entren en sus vidas, pues saben que todas las relaciones buenas se basan
en la apertura, la honestidad, autenticidad e integridad. Con
estas personas no existen los juegos de adivinanzas: uno puede saber
exactamente qué están pensando. Estos seres excepcionales siempre
esperan lo mejor de los demás, y dan lo mejor de sí mismas en toda
circunstancia. Eligen la autenticidad sobre la inseguridad.
9. Entusiasmo
Estas
personas se despiertan con ganas de disfrutar su día al máximo. Nunca
toman su vida por sentado, ni dejan pasar oportunidades. La pereza no
existe en sus mentes; por el contrario, se sienten invadidas por una
sensación de urgencia y entusiasmo que les permite sentirse listas para
hacer que las cosas pasen.
10. Instinto de conservación
Las
personas emocionalmente ricas comprenden la importancia de tomarse un
tiempo para abastecerse de combustible y cuidar de sí mismas. Entienden
el valor de desconectarse del mundo, de dejar por un momento la acción y
emoción para centrarse en su interior. Estos individuos no huyen de sus
retos, pero saben que, algunas veces, su mejor opción es hacer nada más
que
observar y esperar. Aprecian los momentos lentos de la vida en los que no hacen nada más que vivir, respirar y sentir paz interior.
11. Tiempo libre
No
pierden su tiempo haciendo algo que no desean. Entienden que deben
dirigir su energía y concentrarse en lo que aman hacer. Al centrarse en
sus pasiones, encuentran la manera de hacer que éstas se sigan
desarrollando. Saben que no amarán cada parte de su recorrido, pero ven
una imagen más amplia. Toleran estos momentos, pues saben que son
necesarios para alcanzar sus objetivos. No pierden su tiempo o esfuerzo
en tareas que no tienen sentido.
12. Límites
Son conscientes de que para tener una
vida sana y emocionalmente limpia deben decir "no" cuando es necesario. Una persona sin límites es una presa fácil. Asimismo,
saben que son su fuente principal de poder. Saben lo que está bien y lo
que no basados en su experiencia. Para ellos, "no" significa "no".
13. Empatía
Sienten
una gran empatía por los demás y están dispuestos a regresar lo que han
recibido, ya sea mediante la donación de dinero o voluntariado, la
organización de eventos o sus actitudes diarias. Destinan una cantidad
de sus ingresos a alguna causa en la que creen, y saben que esto les
será recompensado de otra forma. Las personas emocionalmente ricas
no creen siempre que algo les falta. Creen firmemente que hay
suficiente para todos, por lo que no tienen miedo de compartir sus
riquezas, financieras y de cualquier tipo.
14. Fidelidad a sí mismas
Son
independientes, y abrazan quiénes son. No se preocupan por encajar,
pues están demasiado ocupadas buscando el éxito siendo auténticas. Se
dan cuenta de que quienes trabajan duro para encajar tienen miedo de
ser ellos mismos. Debido a que son fieles a sí mismos, los ricos son los
rebeldes del mundo,
creadores de tendencias y líderes honorables.
15. Felicidad
Tienen
una relación sana con su mente, son consistentes y disciplinados.
Conocen el poder de sus pensamientos sobre su mente y cuerpo. Esta
conciencia emocional les permite aprender de los pensamientos que no
promueven su felicidad o éxito. Estas personas han aprendido a
manejar sus emociones poco placenteras en lugar de reaccionar a ellas,
pues saben que la vida está llena de incertidumbres. Eligen los
pensamientos, las emociones y las respuestas que regirán sus vidas en
lugar de actuar con base en el miedo. Saben que la felicidad no es un
estado dado: es una creación propia. Entrepreneurmayo2020