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מארי

UN NUEVO AÑO > CAMINAD UNID@S A VUESTRO ÁNGEL DE LA GUARDA

Lego estas palabras a los hijos del futuro, para que cuando llegue el momento puedan encontrarlas y saber la verdad sobre aquellos que iniciaron el Camino.

Un nuevo año a horas de concluir y con el cerrar una etapa triste.
Un nuevo año por estrenar, un ciclo nuevo se presentará ante todos para ser batallado y, si en la FE es trabajado, un nuevo ciclo que será batallado y ganado.
 

Nuevas libretas circularán hacia todos los que les corresponderán trabajarlas con ahínco y mucho amor. No se puede pedir y girar la cara hacia el lado contrario porque lo pedido no se concedió. 


Sabiduría es dedicar tiempo en trabajar por la comprensión y el entendimiento de los "porqués" no se os concede algunas peticiones realizadas. No todo lo pedido os conviene, no todo lo pedido es de LEY y JUSTICIA. Tan sencillo como no hacer CAUSA para que no surja el  EFECTO.


Elevad frecuencias.
Elevad los pensamientos.
Que sea la Luz del Universo la que os ilumine todos vuestros sentidos.
Caminad siempre abrazados a la Luz que vuestro Guía os muestra: la Luz Divina.



                                         Que la PAZ sea en todos.


                                               María Magdalena
                                                   © Jatma Amn
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María Magdalena Jatma Amn
Esposa Amada de Jesús el Cristo

LOS VERDADEROS PROFETAS SE REVELAN POR SUS ACTOS, POR ELLOS SE LES CONOCE, LOS FALSOS PROFETAS SE LLAMAN A SI MISMOS ENVIADOS DE DIOS, EL PRIMERO ES HUMILDE Y MODESTO EL SEGUNDO ES ORGULLOSO Y LLENO DE SÍ MISMO, HABLA CON ALTANERÍA Y COMO TODOS LOS MENTIROSOS SIEMPRE TEME NO SER CREÍDO

El verdadero misionero de Dios debe justificar su mision por su superioridad, por sus virtudes, por su grandeza, por el resultado y la influencia moralizadora de sus obras. Sacad también la consecuencia de que si por su carácter, por sus virtudes, por su inteligencia, está fuera del papel que quiere representar, o del personaje cuyo nombre tome, es sólo un histrión de baja esfera, que ni siquiera sabe copiar su modelo.

Otra consideración es necesaria, y es que la mayor parte de los verdaderos misioneros de Dios, lo ignoran; cumplen aquello para lo que han sido llamados por la fuerza de su genio, secundado por el poder oculto que les inspira, y les dirige sin saberlo, pero sin designio premeditado. En una palabra: "los verdaderos profetas se revelan por sus actos; por ellos se les conoce; mientras que los falsos profetas se llaman a si mismos enviados de Dios"; el primero es humilde y modesto; el segundo es orgulloso y lleno de sí mismo, habla con altanería, y como todos los mentirosos, siempre teme no ser creído.
 
Se han visto de estos impostores querer pasar por apóstoles de Cristo, otros por el mismo Cristo, y, lo más vergonzoso para la humanidad, es que hayan encontrado gentes bastante crédulas para dar fe a semejantes torpezas. Sin embargo, una consideración bien sencilla debería abrir los ojos del más ciego, y es que si Cristo se volviese a encarnar en la tierra, vendría con todo su poder y todas sus virtudes, a menos de admitir, lo que sería un absurdo, que hubiese degenerado; pues lo mismo que si quitáseis a Dios uno sólo de sus atributos no tendríais Dios; si quitáseis una sola de las virtudes de Cristo, no tendríais ya Cristo. 

Los que quieren pasar por Cristo, ¿poseen, acaso, todas sus virtudes? Esta es la cuestión; mirad, escudriñad sus pensamientos y sus actos, y reconoceréis que sobre todo les faltan las cualidades instintivas de Cristo: la humildad y la caridad, mientras que tienen lo que El no tenía: la ambición y el orgullo.
 
Notad, además, que hay en este momento y en diferentes países, muchos pretendidos Cristos, como hay muchos pretendidos Elías, Pablo, San Juan o San Pedro, y que necesariamente no pueden ser todos verdaderos. Tened por cierto que éstas son gentes que explotan la credulidad y encuentran cómodo el vivir a expensas de aquellos que les escuchan.

No os fiéis, pues, de los falsos profetas, sobre todo en un tiempo de renovación, porque muchos impostores se llamarán enviados de Dios; se procuran una vana satisfacción en la tierra, pero una terrible justicia les espera; podéis tenerlo por seguro. Falsos Cristos y falsos profetas. Allan Kardec

LOS FALSOS PROFETAS, DESCONFIAD DE LAS PALABRAS MELIFLUAS ¡DESCONFIAD DE AQUELLOS QUE PRETENDEN TENER EL SÓLO Y ÚNICO MONOPOLIO DE LA VERDAD!

Los falsos profetas

Si alguno os dice: "Cristo está aquí", no vayáis, sino por el contrario preveníos porque los falsos profetas serán numerosos. Mas, ¿no veis las hojas de la higuera que empiezan a blanquear? ¿No veis sus numerosos renuevos esperando la época de florecer, y acaso no os ha dicho Cristo: Por el fruto se conoce el árbol? Sí, pues, los frutos son amargos, juzgad que el árbol es malo; pero si son dulces y saludables, decid: Nada puro puede salir de un mal tronco.

A sí es cómo debéis juzgar; las obras son las que debéis examinar. Si los que dicen estar revestidos del poder divino están acompañados de todas las señales de semejante misión, es decir, si poseen allí más alto grado las virtudes cristianas y eternas: la caridad, el amor, la indulgencia, la bondad que concília todos los corazones; si, en apoyo de las palabras, unen los actos, entonces podréis decir: verdaderamente son éstos los enviados de Dios.

Mas desconfiad de las palabras melifluas, desconfiad de los escribas y fariseos que ruegan en las plazas públicas vestidos con largos ropajes. ¡Desconfiad de aquellos que pretenden tener el sólo y único monopolio de la verdad!
 
No, no; Cristo no está allí, porque los que El envíe a propagar su santa doctrina y a regenerar a su pueblo, serán, a ejemplo del Maestro, dulces y humildes de corazón sobre todas las cosas; aquellos que deben por sus ejemplos y sus consejos, salvar a la humanídad que corre a su pérdida y vaga en las sendas tortuosas, aquellos serán, sobre todo, modestos y humildes. Todo lo que revela un átomo de orgullo, separadlo de vosotros como una lepra contagiosa que corrompe todo lo que toca. Acordaos de que "cada criatura lleva en su frente, sobre todo en sus actos, el sello de grandeza o de su decadencia.
 
"Desconfiad de los falsos profetas". Esta recomendación es útil en todos tiempos, pero, sobre todo, en los momentos de transición en que, como en éste, se elabora una transformación de la humanidad, porque entonces una multitud de ambiciosos y de intrigantes se convierten en reformadores y en mesías. Contra estos impostores debe irse con mucho cuidado, y es deber de todo hombre honrado el descubrirlos. Sin duda que vosotros preguntaréis cómo podéis reconocerlos; os daré las señales.
 
No se confía el mando de un ejército sino a un general hábil y capaz de dirigirlo; ¿creéis, pues, que Dios es menos prudente que los hombres? Estad ciertos de que El no confía las misiones importantes sino a los que son capaces de llenarlas, porque las grandes misiones son cargas muy pesadas que aniquilan al hombre demasiado débil para llevarlas. 

Como en todas las cosas el maestro debe saber más que el discípulo; para hacer avanzar a la humanidad moral e intelectualmente son necesarios hombres superiores en inteligencia y en moralidad; por eso son siempre espíritus muy adelantados, que han hecho ya sus pruebas en otras existencias, los que se encarnan con este objeto, porque si no son superiores el centro en el que deben obrar, su acción será nula. Falsos Cristos y falsos profetas. Allan Kardec