.

.
מארי

ANATOMIA GNÓSTICA DEL ALMA ( XV )

AUTO CONCIENCIA EN LOS RECIEN NACIDOS Y EL CRECIMIENTO DE LA ESENCIA. Lo que hace bello y adorable a todo niño recién nacido es su Esencia; ésta constituye en si misma su verdadera realidad.

Se nos ha dicho muy sabiamente que tenemos 97 % de subconciencia y 3 % de conciencia , hablando francamente y si ambages , dijéramos que el 97 % de esencia que en nuestro interior llevamos, se encuentra embotellada , embutida , metida dentro de cada uno de los yoes que en su conjunto constituyen el mi mismo. 

Obviamente le Esencia o conciencia, enfrascada en cada Yo, se procesa en virtud de su propio condicionamiento. El normal crecimiento de la Esencia en toda criatura humana, ciertamente es muy residual, incipiente...

El cuerpo humano crece y se desarrolla de acuerdo con las leyes biológicas de la especie, sin embargo tales posibilidades resultan por si mismas muy limitadas para la Esencia...

Incuestionablemente la Esencia sólo puede crecer por si misma sin ayuda, en pequeñísimo grado...

Hablando francamente y sin ambages diremos que el crecimiento espontáneo y natural de la Esencia, sólo es posible durante los primeros tres, cuatro y cinco años de edad, es decir, en la primera etapa de la vida...

La gente piensa que el crecimiento y desarrollo de la Esencia se realiza siempre en forma continua, de acuerdo con la mecánica de la evolución, más el Gnosticismo Universal enseña claramente que esto no ocurre así...

Con el fin de que la Esencia crezca mas, algo muy especial debe suceder, algo nuevo hay que realizar. Quiero referirme en forma enfática al trabajo sobre si mismo. El desarrollo de la Esencia únicamente es posible a base de trabajos conscientes y padecimientos voluntarios...

Es necesario comprender que estos trabajos no se refieren a cuestiones de profesión, bancos, carpintería, albañilería, arreglo de líneas férreas o asuntos de oficina...

Este trabajo es para toda persona que ha desarrollado la personalidad; se trata de algo Psicológico...

Todos nosotros sabemos que tenemos dentro de si mismos eso que se llama EGO, YO, MI MISMO, SI MISMO...

Desgraciadamente la Esencia se encuentra embotellada, enfrascada, entre el ECO y esto es lamentable.

Disolver el YO Psicológico, desintegrar sus elementos indeseables, es urgente, inaplazable, impostergable... así es el sentido del trabajo sobre si mismo.

Nunca podríamos libertar la Esencia sin desintegrar previamente el YO Psicológico...

En la Esencia está la Religión, el BUDDHA, la Sabiduría, las partículas de dolor de nuestro Padre que esta en los Cielos y todos los datos que necesitamos para la AUTO-REALIZACION INTIMA DEL SER. Nadie podría aniquilar el YO Psicológico sin eliminar previamente los elementos inhumanos que llevamos dentro...

Necesitamos reducir a cenizas la crueldad monstruosa de estos tiempos: la envidia que desgraciadamente ha venido a convertirse en el resorte secreto de la acción; la codicia insoportable que ha vuelto la vida tan amarga: la asqueante maledicencia; la calumnia que tantas tragedias origina; las borracheras; la inmunda lujuria que huele tan feo; etc., etc., etc.   

A medida que todas esas abominaciones se van reduciendo a polvareda cósmica, la Esencia además de emanciparse, crecerá y se desarrollará armoniosamente...

Incuestionablemente cuando el YO Psicológico ha muerto, resplandece en nosotros la Esencia...

La Esencia libre nos confiere belleza intima; de tal belleza emanan la felicidad perfecta y el verdadero Amor... La Esencia posee múltiples sentidos de perfección y extraordinarios poderes naturales... Cuando "Morimos en Si Mismos", cuando disolvemos el YO Psicológico, gozamos de los preciosos sentidos y poderes de la Esencia...

La Esencia que cada uno de nosotros lleva en su Interior, viene de arriba, del Cielo, de las estrellas...

Incuestionablemente la Esencia maravillosa proviene de la nota "LA" (La Vía Láctea, la Galaxia en que vivimos) Preciosa la Esencia pasa a través de la nota "SOL" (El Sol) y luego de la nota "FA" (La Zona Planetaria) entra en este mundo y penetra en nuestro propio interior.

Nuestros padres crearon el cuerpo apropiado para la recepción de esta Esencia que viene de las Estrellas... Trabajando intensamente sobre nosotros mismos y sacrificándonos por nuestros semejantes, regresaremos victoriosos al seno profundo de Urania...

Nosotros estamos viviendo en este mundo por algún motivo, para algo, por algún factor especial... Obviamente en nosotros hay mucho que debemos ver, estudiar y comprender, si es que en realidad anhelamos saber algo sobre nosotros mismos, sobre nuestra propia vida...

Cualquier Yo desintegrado libera determinado porcentaje de Conciencia, la emancipación o liberación de la Esencia o Conciencia, seria imposible sin la desintegración de cada Yo.

A mayor cantidad de Yoes desintegrados, mayor Auto-Conciencia. A menor cantidad de Yoes desintegrados, menor porcentaje de Conciencia despierta. El despertar de la Conciencia sólo es posible disolviendo el YO, muriendo en si mismo, aquí y ahora.

Incuestionablemente mientras la Esencia o Conciencia este embutida entre cada uno de los Yoes que cargamos en nuestro interior, se encuentra dormida, en estado subconsciente.

Es urgente transformar al subconsciente en consciente y esto sólo es posible aniquilando los Yoes; muriendo en si mismos. No es posible despertar sin haber muerto previamente en si mismos. Quienes intentan despertar primero para luego morir, no poseen experiencia real de lo que afirman, marchan resueltamente por el camino del error.

Los niños recién nacidos son maravillosos, gozan de plena auto-conciencia; se encuentran totalmente despiertos. Dentro del cuerpo del niño recién nacido se encuentra reincorporada la Esencia y eso da a la criatura su belleza.

No querernos decir que el ciento por ciento de la Esencia o Conciencia esté reincorporada en el recién nacido, pero si el tres por ciento libre que normalmente no está enfrascado entre los Yoes. Sin embargo, ese porcentaje de Esencia libre reincorporado entre el organismo de los niños recién nacidos, les da plena auto-conciencia, lucidez, etc.

Los adultos ven al recién nacido con piedad, piensan que la criatura se encuentra inconsciente, pero se equivocan lamentablemente. El recién nacido ve al adulto tal como en realidad es; inconsciente, cruel, perverso, etc.

Los Yoes del recién nacido van y vienen, dan vueltas alrededor de la cuna, quisieran meterse entre el nuevo cuerpo, pero debido a que el recién nacido aún no ha fabricado la personalidad, todo intento de los Yoes para entrar en el nuevo cuerpo, resulta algo más que imposible.

A veces las criaturas se espantan al ver a esos fantasmas o Yoes que se acercan a su cuna y entonces gritan, lloran, pero los adultos no entienden esto y suponen que el niño está enfermo o que tiene hambre o sed; tal es la inconsciencia de los adultos.

A medida que la nueva personalidad se va formando, los Yoes que vienen de existencias anteriores, van penetrando poco a poco en el nuevo cuerpo. Cuando ya la totalidad de los Yoes se ha reincorporado, aparecemos en el mundo con esa horrible fealdad interior que nos caracteriza; entonces, andamos como sonámbulos por todas partes; siempre inconscientes, siempre perversos.

Cuando morimos, tres cosas van al sepulcro:
1) El cuerpo físico.
2) El fondo vital orgánico.
3) La personalidad.

El fondo vital, cual fantasma se va desintegrando poco a poco, frente a la fosa sepulcral a medida que el cuerpo físico se va también desintegrando. La personalidad es subconsciente o infra consciente, entra y sale del sepulcro cada vez que quiere, se alegra cuando los dolientes le llevan flores, ama a sus familiares y se va disolviendo muy lentamente hasta convertirse en polvareda cósmica.

Eso que continúa más allá del sepulcro es el EGO, el YO pluralizado, el mi mismo, un montón de diablos dentro de los cuales se encuentra enfrascada la Esencia, la Conciencia, que a su tiempo y a su hora retorna, se reincorpora.

Resulta lamentable que al fabricarse la nueva personalidad del niño, se reincorporen también los Yoes. El ser humano tiene un tres por ciento de esencia libre y un noventa y siete por ciento de esencia embotellada entre los yoes. Al retornar el tres por ciento de esencia libre impregna totalmente al huevo fecundado; incuestionablemente continuamos en la semilla de nuestros descendientes.

Un hombre es lo que su vida; Si un hombre no trabaja su propia vida esta perdiendo el tiempo miserablemente. Solo eliminando los elementos indeseables que en nuestro interior cargamos podemos hacer de nuestra propia vida una gran obra maestra.

La muerte es el regreso al principio de la vida, con  la posibilidad de repetirla  nuevamente en el escenario de una nueva existencia.

En el recién nacido solo se halla reincorporado el pequeño porcentaje de esencia libre; esto da a la criatura autoconciencia y belleza interior.

Los diversos yoes que retornan dan vueltas alrededor del recién nacido, van y vienen libremente por doquiera, quisieran meterse dentro de la maquina orgánica más esto no es posible en tanto no se haya creado una nueva personalidad.
 
Conviene saber que la personalidad es energética y que se forma con la experiencia a través del tiempo. 

                                                                       EL AUTOR

No hay comentarios:

Publicar un comentario