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מארי

EL EGO ES HIJO DEL MIEDO

El círculo sagrado del inicio y el fin eternamente es el universo dinámico y vivo, desde donde la diversidad se manifiesta en la unidad y la unidad en la diversidad.

La existencia es vibración, dinamismo y movimiento.
La meta cósmica es llegar al conocimiento de todas las cosas sin hipocresías, sin juzgar a los demás, sino entendiendo las fuerzas que rodean y dominando y equilibrando la balanza.

La energía primigenia se manifestó en el hombre y el hombre deberá llegar en su ascenso interior a su origen divino. Para ello debe hacer suyos los principios que rigen la existencia.

La verdad absoluta es un diamante tallado con infinitas caras, los aprendices sólo vislumbran algunos de sus reflejos.

A mayor evolución, mayor percepción, a mayor ascensión mayor comprensión. A mayor humildad, mayor sabiduría.


Agazapada en las luces y las sombras esperando que te arrojes al gran laberinto de la búsqueda. Que tengas el valor de no conformarte con lo que solo puedes ver y tocar. Que te atrevas a vibrar cada vez más alto, hasta que percibas la música de las esferas. Toda manifestación tiene la verdad absoluta, pero ella está disgregada como las piezas de un gran puzzle, esperando que te decidas a reunir sus piezas. Esperando que venzas el miedo y te quites la venda para poder verla.

Toda unidad tiene la verdad, pero se pierde la visión y la energía magnética de la luz cuando intentan imponerla, cuando la verdad es intercambio de experiencias, discernir y analizar las pequeñas verdades y entre todos, hallar esa verdad, que tanto atrae y tanto atemoriza descubrir.

La verdad se enfrenta al ser denso y oscuro y este siente pánico ante lo que se pueda encontrar. El reconocer su propia divinidad le aterra, porque deja de ser un niño dependiente para alcanzar su plena estatura cósmica, siendo el único responsable de su existencia a través de los ciclos de las encarnaciones.

Solo dejando de juzgar a otros y a ti mismo, solo aprendiendo el perdón se puede mirar a la verdad a la cara. El ego es hijo del miedo.

                                                 La Escribana
                              

                        El Legado de Hermes Trismegisto

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