Cuando la mentira intenta asfixiar, aplastar, anular o prohibir la búsqueda de la verdad, erigiéndose como juez y verdugo, no solo es una gran mentira, sino mucha maldad e inopia. Quienes más temen a la oscuridad, alimentan con su turbación a su tenebrosidad interna y le dan sin saberlo el mando de su vida. La luz de MAAT genera paz y felicidad en el alma. La oscuridad de ISEFET genera ira y furia en el alma. La verdad desmorona la mentira de los temerosos e ignorantes. La reacción del ignorante es furia, violencia, envidia, odio y venganza.
Los atributos del miedo son: el oscurantismo, la obcecación, la debilidad, la soberbia y el rencor. Solo aquel que no puede inspirar amor y respeto por su naturaleza densa, recurre a la prepotencia buscando ser temido. La cerrazón llena su vacío de amor, con miedo. Quien teme a su libertad es el mayor enemigo de sí mismo.
Las tinieblas necesitan gritar sus mentiras para que la escuchen. La luz es verdad, no necesita demostrar nada. Es evidente. La verdad es. La mentira se re-inventa a sí misma. Cuando la verdad es aplastante, aquel que le teme, se siente profundamente herido, su ego, ignorancia y arrogancia le han abofeteado. Quien vive cómodamente en la mentira, la verdad lo violenta, lo
enfurece, lo llena de ira, porque no tiene la honestidad de aceptar que
vive en el error. A los topos espirituales, la luz les molesta, les
lacera y su defensa es la densidad de su ser, irradiando pensamientos,
sentimientos, palabras y obras nacidos de la mentira y el error.
La impotencia de no poder doblegar a otros, hace aflorar la maldad en
los ebrios de poder. Ni inspiran, ni irradian amor sino miedo. El
insulto de las huestes de la oscuridad, es un honor para los hijos de la
luz. Es la señal, que están en la travesía correcta. La oscuridad si no
puede vencer, se revuelca en la inmundicia de sus emanaciones más
corruptas y densas. La luz mantiene la calma, sabe que es invencible.
La
furia de la oscuridad ante la luz, nace porque sabe que tiene todas las
batallas perdidas. Quien elige a ISEFET como su sendero, no entiende la
trascendencia. Su densidad no le permite elevarse. La verdad que basa
su defensa en la violencia, deja de ser verdad. MAAT no necesita ser
adorada, ni idolatrada, ni temida. MAAT no emite juicios, no sectoriza,
no fanatiza ni cabe en ella la intolerancia, ni el prejuicio. La verdad
no necesita ser interpretada por elegidos. La verdad no necesita ser
transmitida, ni traducida, por palabras de hombres. MAAT es infinita y
no puede ser limitada.
Cuando la verdad es limitada por
concepción humana deja de ser verdad y se convierte en error. Cuando la
verdad es amordazada por los miedos, la manipulación, la soberbia y la
densidad humana, pierde su divinidad y se convierte en oscurantismo. La
verdad es justicia. Tu ser externo refleja lo que irradia tu interior y
eso retorna a ti con diez veces más intensidad.
No busques la luz, sé la
luz. Si irradias con tus pensamientos, palabras, sentimientos y
acciones de armonía, el rebote te traerá diez veces más luz. Si lo que
crees es la verdad, convive con la amenaza y el miedo aléjate de ello,
tu percepción es errónea. La verdad es UNA y es el resultado de
infinitas causas. Tantas como infinitas son sus manifestaciones.
La Escribana
El Legado de Hermes Trimegistos
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