.

.
מארי

EL ÁRBOL DE LA VIDA ( 2/4 )

Malkuth ya es el mundo físico, pero Malkuth (el cuerpo físico) no podría existir sin la presencia del sexo, puesto que somos hijos de un hombre y de una mujer. Así pues, Jesod es el fundamento del Tercer Logos, el centro donde gravita la fuerza sexual del Tercer Logos.

Conviene no perder de vista todo esto; mirar al Primer Triángulo y pensar en ese centro de gravitación del Primer Triángulo: el Viejo de los Siglos. Bajar al Segundo Triángulo y pensar en que el Cristo Cósmico viene a manifestarse en Tiphereth, que ahí gravita, dentro de la manifestación. 

Descender aún mas, al Tercer Triángulo, y descubrir las fuerzas sexuales (el fuego vivo de toda nuestra fisiología erótica) en Jesod, donde está el Espíritu Santo.

Ahora bien: hay cosas que merecen ser reflexionadas, analizadas, comprendidas... Para que el Segundo Logos, o sea Vishnú, o el Cristo Cósmico, pueda salvar a un hombre, tiene que convertirse en Jesucristo, porque el Cristo en sí mismo, es una fuerza cósmica, sólo que si se humaniza esa fuerza en alguna forma, de alguna manera, puede salvar a un hombre (¡eso es claro!). ¿Y hay alguna manera, como para que él se humanice? ¡Si La hay!

Y hemos llegado a un punto que es bastante difícil, porque hay que aprender a manejar las trimurtis. Hay hermanos que les cuesta mucho trabajo entender esta cosa de las trimurtis; están acostumbrados, por ejemplo, a pensar en el Primer Logos, el Segundo Logos y el Tercer Logos, o sea, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Pero luego viene una segunda trimurti, donde les hablamos nosotros de Osiris, Isis y Horus, y entonces allí se confunden, porque realmente la conversión de una trimurti en otra trimurti, no se puede hacer a base de puro racionalismo.

Hay un factor, en esta conversión de trimurtis, que es completamente espiritual y que sólo intuitivamente se puede aprehender, capturar, asir.

El Primero, Segundo y Tercer Logos, en el fondo son un solo Logos (indivisible, aunque triuno), que es el Padre. Dentro del Padre está el Hijo y está el Espíritu Santo.

Así como dentro de un hombre verdadero está el cuerpo, está el Alma y está el Espíritu, así, dentro del Viejo de los Siglos, está también el Hijo y el Espíritu Santo, que forman uno solo, integro, unitotal.

Ahora bien, en el Egipto a ese único, unitotal, se le llamaba Osiris. Osiris puede desdoblarse (¿quién le prohíbe a Osiris que se desdoble?). El puede desdoblarse, y así, pues, se desdobla en Isis (Eva siempre sale de la costilla de Adán, tanto abajo como arriba).

¿Qué tiene de raro, pues, que de Osiris, del Adán Solar, salga la Eva Solar también, la Urania, la Urania Venus, la esposa de él? ¿Que puede hacer uno, si del uno siempre sale el dos?

Así pues, el Padre que está en secreto tiene su esposa, y es la Divina Madre Kundalini; Osiris siempre tiene por esposa a Isis.

Ahora, de la perfecta unión de los dos (del divino esposo y de la divina esposa), nace el Niño Horus que la Madre Divina lleva en sus brazos. Ella lo concibe por obra y gracia del Espíritu Santo, es decir, del Tercer Logos. Pero téngase en cuenta que, aunque ella sea la esposa del Tercer Logos, dentro del Tercer Logos está el Segundo y el Primero también; porque, al fin y al cabo, el Logos es triuno e indivisible, unitario, integro, unitotal.


Se necesita mucha sutileza para entender esto, mucho refinamiento, mucho sintetismo conceptual, gran intuición. La conversión de las trimurtis, de una en otra, es algo que al estudiantado gnóstico le da mucho que hacer, pero si ustedes agudizan un poco la intuición, pueden entender.

Claro, les repito, de la plena unión o cópula sacra divinal, entre él y ella, deviene Nus, que en el Egipto se llama Horus y que en los tiempos hebraicos se le llamaba "Jeshua".

"Jeshua" significa "Salvador". Bien sabemos que "Jesús" viene de la palabra "Jeshua", y "Jeshua" es "Salvador".

Así pues, Jeshua o Jesús, o Horus, es lo mismo. Este Horus, o este Jeshua (como queramos decirle), este Jesús, es el mismo Cristo que ha descendido de su esfera, el mismo Logos Segundo o Crestos Cósmico, ya humanizado convertido en un Hijo de un Hombre Divino y de una Mujer Divina (para hablar mas claro), convertido en un Rey Niño Salvador; pero es un Rey Niño particular, de uno, puesto que es el Ser mismo de uno.

P.- ¿Es el Niño de Oro de la Alquimia?
R.- El Niño de Oro de la Alquimia Sexual, precisamente. Y está coronado el Niño Dios, Jesucristo. Cristo, porque es el Segundo Logos; Jesús, porque se ha convertido en Salvador. Para convertirse en Salvador, ha tenido que (por decirlo así) descender de su misma esfera, penetrar en un vientre purísimo, virginal, y nacer por obra y gracia del Espíritu Santo. Eso es claro: se ha hecho Hijo de la Madre Divina, un hijo (de hecho) de su Padre.

P.- Maestro: ¿puede decirse que Tiphereth es Jeshua, en otras palabras...?
R.- Sí, puede decirse que Tiphereth es Jeshua, en otras palabras.
Está bien captado, intuitivamente... El es el Hijo del Hombre.

Alguien podría, por ejemplo, alcanzar la Quinta Iniciación del Fuego (de que hablan todos los textos, tanto de oriente como de occidente), que por ello recibiese la Iniciación de Tiphereth, y sin embargo Tiphereth relacionado con el Causal y la Quinta Iniciación es del Causal.

Cualquiera diría que al alcanzar la Quinta Iniciación, forzosamente se recibe la Iniciación de Tiphereth y eso no es así: la Iniciación de Tiphereth viene un poquito mas tarde y no todos la reciben. ¿Quien la va a recibir? Entiendo que el que "agarra" la Vía Directa. Pero, en todo caso, yo tengo que hablar de lo que por mí mismo he experimentado, ¿no?...

No hay comentarios:

Publicar un comentario