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מארי

EL "UNO" SE DIVIDIÓ EN DOS. EL ELEMENTO FEMENINO SE SEPARÓ DEL MASCULINO. LO VISIBLE ES REFLEJO DE LO INVISIBLE. LO MANISFESTADO ES EL RESULTADO DEL PENSAMIENTO. TÚ COMO EMANACIÓN DEL "UNO" TIENES SU POTENCIAL. LA CORONA REAL, ES SIMBOLO DE VERDAD SOLO CUANDO OBEDECE A LA PERFECCIÓN, FELICIDAD Y BELLEZA.

La NADA y el TODO, él que es y él que no es, la gran paradoja del TODO. Es el principio de creación que surge del océano de la energía primordial y se enciende el proceso de manifestación, la chispa inicial. El UNO es el inicio de la manifestación de la nada el CERO, el DIEZ es el número sagrado por excelencia pues en el se halla presente la dualidad de la COSA UNICA. 

La manifestación y la in manifestación.
Los dioses estelares de la quinta raza, podíamos hacer que el KA transmigrara los cuerpos a voluntad. Pero esos cuerpos o envases debían ser puros. El KA es la fuerza vital, la energía o espíritu de los seres. El KA proviene del cielo y es una potencia sin igual, su origen es MAAT. BA es el alma, la capacidad de manifestación del KA, que es la potencia vital del ser encarnado. Tanto cuerpo, BA y KA nacen de la cosa única. 

La corona real, es símbolo de verdad solo cuando obedece a la perfección, felicidad y belleza. Cuando trabajan por la armonía perfecta del cuerpo, para permitir al KA y el BA hacer que todo esté en equilibrio. La sabiduría de MAAT, no se adquiere en las aulas o los libros sino dentro del corazón. Libros, escuelas y maestros te darán conocimiento de la verdad, te orientarán en el camino para hallarla, es la ayuda externa, pero a MAAT solo la hallarás en lo mas profundo de tu ser, dentro de ti.

 
El UNO se dividió en dos. El elemento femenino se separó del masculino. Lo visible es reflejo de lo invisible. Lo manifestado es el resultado del pensamiento. Tú como emanación del UNO tienes su potencial.  El Uno y el Dos dieron como resultado el Tres. Llénate del pensamiento del UNO, del sentimiento del DOS, del verbo del TRES y de la acción del CUATRO.

 
La manifestación del Uno es el resultado de su división en femenino o pasivo y masculino y activo. Estas dos fuerzas tremendas nacidas de la dualidad de una única cosa se tocan, se acarician, se cruzan y se unen pero nunca se confunden.


                                                  La Escribana
                                      El Legado de Hermes Trimegisto

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