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מארי

PARA QUIÉNES SON LOS MISTERIOS DE LA LUZ

Jesús continuó en su discurso y dijo a sus discípulos: "Cuando yo me haya ido a la Luz, proclamadlo entonces al mundo y decid: No ceséis en vuestra búsqueda día y noche, y no mengüéis hasta que halláis encontrado los misterios del Reino de la Luz, los cuales os purificarán y os convertirán en luz purificada y os conducirán al Reino de la Luz."

Aquello a que los hombres deben renunciar.

"Decidles: Renunciad al mundo y a la materia que en él hay y a todos los intereses y a todos sus pecados; en una palabra, a todas las asociaciones que hay en él, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y salvados de todos los castigos que hay en los juicios."

"Decidles: Renunciad a la murmuración, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y salvados del fuego del rostro de perro."

"Decidles: Renunciad a escuchar las conversaciones ajenas, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los juicios del rostro de perro."

"Decidles: Renunciad a vuestra inclinación al litigio, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los castigos de Ariel."

"Decidles: Renunciad a la calumnia, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los ríos de fuego del rostro de perro."

"Decidles: Renunciad a los falsos testimonios, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y podáis escapar y ser salvados de los ríos de fuego del rostro de perro."

"Decidles: Renunciad al orgullo y a la arrogancia, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los abismos de fuego de Ariel."

"Decidles: Renunciad a la gula, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los juicios de la mente."

"Decidles: Renunciad a la indiscreción, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los fuegos de la mente."

"Decidles: Renunciad a la astucia, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los castigos que hay en la mente."

"Decidles: Renunciad a la avaricia, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los ríos de fuego del rostro de perro."

"Decidles: Renunciad al amor terrenal para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de las capas de fuego del rostro de perro."

"Decidles: Renunciad al pillaje, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los ríos de fuego de Ariel."

"Decidles: Renunciad a la maledicencia para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los castigos de los ríos de fuego."

"Decidles: Renunciad a la iniquidad, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los mares de fuego de Ariel."

"Decidles: Renunciad a la inmisericordia, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los juicios de los rostros de dragón."

"Decidles: Renunciad a la cólera, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los ríos de fuego de los rostros de dragón."

"Decidles: Renunciad a las maldiciones, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los mares de fuego de los rostros de dragón."

"Decidles: Renunciad al hurto, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los agitados mares de los rostros de dragón."

"Decidles: Renunciad al robo, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de Yaldabaoth."

"Decidles: Renunciad a la calumnia, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los ríos de fuego del rostro de León."

"Decidles: Renunciad a la lucha y a la rivalidad, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los hirvientes ríos de Yaldabaoth."

"Decidles: Renunciad a todo lo ignorante, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los servidores de Yaldabaoth y de sus mares de fuego."

"Decidles: Renunciad a hacer el mal, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los demonios de Yaldabaoth y de todos sus juicios."

"Decidles: Renunciad a la negligencia, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los hirvientes mares de brea de Yaldabaoth."

"Decidles: Renunciad al adulterio, para que seáis dignos de los misterios del reino de la Luz y seáis salvados de los mares de sulfuro y de brea del rostro de León."

"Decidles: Renunciad al asesinato, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados del regidor rostro de cocodrilo - ése que está en lo frío, que es la primera cámara de las tinieblas exteriores."

"Decidles: Renunciad al ateísmo para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los gemidos y rechinar de dientes."

"Decidles: Renunciad a la inmisericordia y a la impiedad para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los regidores de las tinieblas exteriores."

"Decidles: Renunciad a las posiciones (mágicas) para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados del gran frío y el granizo de las tinieblas exteriores."

"Decidles: Renunciad a la blasfemia, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados del gran dragón de las tinieblas exteriores."

"Decidles: Renunciad a las doctrinas erradas, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los castigos del gran dragón de las tinieblas exteriores."

"Decid a aquéllos que enseñan doctrinas erradas y a cada uno de los que son instruidos en ellas: Ay de vosotros, pues si no os arrepentís y abandonáis vuestro error, iréis a los castigos del gran dragón y de las tinieblas exteriores, que son sumamente crueles, y jamás seréis lanzados al mundo, sino que seréis sin existencia hasta el final."

"Decid a aquéllos que abandonan las doctrinas verdaderas del Primer Misterio: Ay de vosotros, pues vuestro castigo es triste comparado con el de todos los hombres. Pues vosotros permaneceréis en el gran frío y hielo y granizo en medio del dragón y de la oscuridad exterior, y jamás seréis lanzados al mundo desde esa hora, sino que os congelaréis en esa región y a la disolución del universo pereceréis, y dejaréis de existir para siempre."

Los confines de los caminos de lo valioso.

"Decid preferentemente a los hombres del mundo: Sed pacientes para que podáis recibir los misterios de la Luz y elevaros hasta el Reino de la Luz."

"Decidles: Amad a los hombres para que seáis dignos de los misterios de la Luz y os elevéis al Reino de la Luz."

"Decidles: Sed bondadosos para que recibáis los misterios de la Luz y os elevéis hasta el Reino de la Luz."

"Decidles: Sed pacíficos para que podáis recibir los misterios de la Luz y os elevéis hasta el Reino de la Luz."

"Decidles: Sed misericordiosos para que podáis recibir los misterios de la Luz y os elevéis hasta el Reino de la Luz."

"Decidles: Haced la caridad para que recibáis los misterios de la Luz y os elevéis hasta el Reino de la Luz." 

"Decidles: Asistid al pobre y al enfermo y al afligido, para que recibáis los misterios de la Luz y os elevéis hasta el Reino de la Luz."

"Decidles: Amad a Dios para que recibáis los misterios de la Luz y os elevéis al Reino de la Luz." "Decidles: Sed virtuosos, para que podáis recibir los misterios de la Luz y os elevéis al Reino de la Luz." "Decidles: Sed dignos para que recibáis los misterios de la Luz y os elevéis hasta el Reino de la Luz."

"Decidles: Renunciad a todo para que recibáis los misterios de la Luz y os elevéis hasta el Reino de la Luz." "Estos son los límites de los caminos para aquéllos que son dignos de los misterios de la Luz."

PARA QUIÉNES SON LOS MISTERIOS DE LA LUZ.

"Por tanto, a aquéllos que han renunciado en esta renunciación, dadles los misterios de la Luz y no los ocultéis a ellos, aun cuando sean pecadores y hayan cometido todos los pecados y todas las iniquidades del mundo, las cuales os he detallado, para que ellos puedan volverse y arrepentirse y estar en la sumisión de que os he hablado: Dadles los misterios del Reino de la Luz y no lo ocultéis de ellos, pues es precisamente por el pecado, que he traído los misterios al mundo, y que yo puedo perdonar todos los pecados que sean cometidos desde el principio. Por esta razón os he dicho antes: "No he venido a llamar a los virtuosos."

Los misterios son para el perdón de los pecados. Ahora y por tanto, he traído los misterios para que sus pecados sean a todos perdonados y todos sean recibidos en el Reino de la Luz. Pues los misterios son le regalo del Primer Misterio, ese hecho de que él pueda borrar los pecados y las iniquidades de todos los pecadores." Texto libro: María Magdalena esposa de Jesús el Cristo