El dolor y el sufrimiento germinan en la ignorancia, superarlos y salir fortalecido, implica un profundo trabajo alquímico que transforma al hombre en sabio. Solo vencerás a la densidad más profunda, cuando comprendas el poder de su opuesto, la sutileza más etérea. El peregrinaje del ser, de lo sutil a lo denso para luego retornar a la fuente, es un proceso alquímico interno. Arriba es como es abajo y abajo es como es arriba. Ese es el itinerario del ser.
Bajas de lo sutil a lo denso y la densidad te lleva al olvido de tu esencia. Subes de lo denso a lo sutil y mientras lo haces comienzas a recordar lo que siempre has sabido. La evolución interna consiste en recordar lo que siempre has sabido. Negarte a ello es antinatural. Aprendes de todo. Sumérgete en lo denso, elévate a lo sutil, lo importante es la elección final de lo uno, o lo otro. Si te sumerges en lo denso consciente de donde estás nadando, no te hundirás, lo denso solo atrapa a quien lo confunde con la luz de la verdad.
No sientas culpa por tus actos pasados, eres el resultado de todos tus errores y aciertos. Si te sumergiste en los fuegos del averno ayer y hoy flotas entre las estrellas, has triunfado. Es más difícil que seas atrapado por las garras de la densidad, porque sabes dónde está la frontera. Tendrás la certeza que eres un guerrero de la luz, cuando hayas desertado de las huestes de ISEFET. La densidad no pudo subyugarte. Eres libre. En el jardín de la existencia las malas hierbas, aparentan ser más fuertes y es difícil eliminarlas por su densidad. Las flores no son más débiles sino más sutiles y no mueren, se elevan. Las malas hierbas permanecen amarradas a su viscosidad. Las flores vuelan hacia otras realidades de conciencia más sutiles. Sé una flor, no te dejes engañar por lo aparente. Solo puedes ser UNO con la luz de la verdad, si tienes paz.
La Escribana
El Legado de Hermes Trimegistos
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