Lego estas palabras a los hijos del
futuro, para que cuando llegue el momento puedan encontrarlas y saber
la verdad sobre aquellos que iniciaron el Camino.
El MAESTRO-A de LUZ no busca de tener adeptos.
El MAESTRO-A de LUZ sabe, conoce de la Ley
Universal a la que acata y respeta.
Un MAESTRO-A de LUZ jamás utilizaría su sabiduría para tener dormidos a sus
hermanos.
Un MAESTRO-A de LUZ no
entregaría mensajes a sus hermanos que en el tiempo les pudiera perjudicar en
la verdad de su caminar.
Un MAESTRO-A de LUZ no miente, por ello ES quien ES.
Un MAESTRO-A de LUZ no miente, por ello ES quien ES.
Un MAESTRO-A de LUZ y
sin el alumno saberlo le ayuda a este, ha
abrir sus sentidos.
Un MAESTRO-A de LUZ ilumina, muestra y ayuda en el camino a los que no saben de hallarlo.
Un MAESTRO-A de LUZ no obliga a su hermano-os de camino a
NADA, le permite caminar en libre albedrío, que por ello el Creador Dios Padre les
otorgó.
Un MAESTRO-A de LUZ no busca destacar, no busca ser el líder de nadie.
Un MAESTRO-A de LUZ se re-conoce, por ello sabe de andar en
la verdad y no utiliza el vestido de la falacia, vestido que utiliza quien se
llama así mismo Maestro y único hacedor de la verdad en el terrenal.
Un MAESTRO-A de LUZ oye atentamente las palabras de quien es
su MAESTRO al otro lado del velo, por ello y por más, no precisa de que le
reconozcan ni alaben .
Un MAESTRO-A de LUZ tiene al ego en su lugar y no lo saca de paseo como algunos hermanos-as hacen para sentirse vanagloriados.
Un MAESTRO-A de LUZ tiene al ego en su lugar y no lo saca de paseo como algunos hermanos-as hacen para sentirse vanagloriados.
Un MAESTRO-A de LUZ que Ama a sus hermanos no hace ni con
ellos ni con las palabras entregadas desde la VERDAD UNIVERSAL un negocio.
A un MAESTRO-A de LUZ
no le hace falta de mantos que le cubran el rostro.
A un MAESTRO-A de LUZ
como la propia palabra le describe (“LUZ”), su MISIÓN es dar LUZ, nunca oscurecer el camino de sus hermanos.
El auténtico MAESTRO-A de LUZ ayuda al alumno a conseguir
sus alas, nunca le dará muletas en las que sujetarse, pues sabe de firme que ellas entorpecerían en
su despertar.
Quien quiera oír que así lo haga.
Siempre
María
Magdalena
© Jatma Amn
©
María Magdalena Jatma Amn
Esposa Amada de Jesús el Cristo