El camino del aprendizaje es una larga jornada, porque tenéis que
desarraigar innumerables percepciones erróneas que han puesto su semilla en
vuestro interior, y tenéis que dejar a un lado vuestro ego completamente, en
reconocimiento total de vosotros mismos, y aceptar que sólo existe la
totalidad, el Uno, que no hay separación. Es un proceso que exige mucha
introspección, perdón y visión.
Muchos maestros magníficos están aquí para guiaros, y otros se hallan en
camino a la Tierra
con la próxima oleada. Numerosos individuos están siendo acreditados como
mensajeros de la conciencia estelar durante esta fase de vuestra
transformación, y se está dando a conocer una gran cantidad de información con
el fin de facilitar vuestra ascensión a las frecuencias más altas, mientras os
preparáis para la inmersión completa.
Vuestros legítimos líderes del espíritu son aquellos que os están enseñando
a honrar al yo y a la Tierra,
a vuestro hermano y a vuestro enemigo, y a todos los seres vivos. Por medio de
su humildad y conciencia centrada en el amor, reflejan la luz del Ser Supremo
el Todo lo que es para ayudar a guiaros hasta vuestro origen.
Se ha iniciado la limpieza y depuración de vuestro cuerpo etéreo, y de Gaia
está emanando mucha luz hacia el cosmos, atrayendo a seres de todas las
dimensiones hacia vuestro mundo en este momento de cambio. En la curación de
los fragmentos y crisis interiores, os pedimos que también os hagáis
conscientes de todas los demás seres vivos e irradiéis amor y aceptación, pues
si no llegáis a conocer la interconexión de toda la vida, nunca sanaréis de
verdad.
Seréis más efectivos cuando hayáis mirado intensamente en los espejos del
alma del otro y hayáis visto reflejados allí vuestra propia existencia y
vuestro fuego. No bastará con depurar vuestro campo y sanar el dolor si seguís
estando aislados. Estáis interconectados, y el propósito más grandioso
solamente se cumplirá atrayendo a otros junto con vosotros a la luz.
Gaia se prepara para su surgimiento. Y al margen de los disfraces que se
haya puesto la vida mientras representáis las escenas, ésta es vuestra misión.
Hay mucha información disponible con respecto a la labor que se debe llevar
a cabo para limpiar vuestro cuerpo de las enfermedades, toxinas, formas
negativas de pensamiento y bloqueos de energía que tenéis adentro. Basta con
que defináis vuestra intención para que se inicie el proceso.
Es hora de regresar al método holístico, de que os sintonicéis con los
niveles de conciencia y armonicéis la totalidad del ser, desde el plano astral
más elevado hasta el plano físico. Tenéis la fortuna de contar con muchos
trabajadores de luz preparados que sirven de catalizadores y que en este
momento están en el cuerpo.
También hay muchos falsos sanadores que usurparán vuestro poder,
alimentándose de vosotros como parásitos en su huésped.
Cuando seleccionéis a un individuo para facilitar la curación, recordad que
vosotros sois los verdaderos sanadores, y que es vuestra intención, la voluntad
concentrada, lo que pone las cosas en movimiento.
En vuestra desesperada búsqueda de la luz, tened precaución con los
nuevos salvadores y Mesías modernos. Hay muchos que, dándose cuenta de
vuestra necesidad, se han aprovechado en demasía de estos arquetipos, y hay
muchos otros acicalando su plumaje, pues aquí hay mucho que ganar y el ego de
quienes no han despertado no descansa jamás.
Muchos charlatanes se han puesto el manto de la Hermandad Blanca.
Son maestros de la retórica metafísica e intentarán hipnotizaros y
persuadiros con pronunciamientos de realidades muy complejas y abstractas. Los
guerreros oscuros son muchos, si bien disfrazados, de modo que aplicad el
discernimiento, porque ahora los riesgos son mayores que nunca.
A fin de reconocer a los genuinos trabajadores de luz, contemplad estas
simples preguntas:
* ¿Respaldan vuestro poder para que os curéis vosotros mismos, u os exigen que
profeséis sus doctrinas y que asistáis a los oficios religiosos de sus templos?
* ¿Estimulan vuestro descubrimiento propio y vuestra conciencia, os orientan
hacia vuestro interior, o son ellos quienes señalan
"el camino" y
os empujan por su sendero de “iluminación”?
*¿Honran vuestro poder, o se lo apropian?
La verdadera curación es la capacidad simple y amorosa de canalizar la luz.
Es un don de quienes aman incondicionalmente y han elegido servir a los demás,
los que, a su vez, se convierten en faros del corazón.
La luz no se inicia con ellos, pues simplemente sirven de vehículos del
Espíritu. Cualquiera que pretenda haceros creer lo contrario (hay muchos) actúa
motivado por la conciencia egocéntrica, no por el amor. No os dejéis engañar
por la parafernalia, las apariencias y rituales de sus blancos ropajes y
altares; más bien, haced contacto a través de los ojos, las ventanas del alma,
donde podréis desentrañar el verdadero significado e intención ocultos detrás
de cualquier fachada.
Tendréis que mirar profundamente a los ojos del otro en
busca de la luz del alma; más hondamente que nunca.
Aquellos seres de luz que han venido a asistiros en esta transición desean
respaldar vuestro poder para que encontréis vuestra propia verdad. No aceptarán
que glorifiquéis su conocimiento o que les infléis el ego, y rehusarán vuestra
adoración. Como servidores de la luz, han venido a ayudaros a regresar al
centro, mientras aprendéis a confiar en vuestra intuición y a alimentar vuestro
fuego interior.
Al abrir el canal y permitir que fluya la luz, están haciendo las veces del
tercero en el proceso de triangulación del Espíritu. A medida que la luz pasa a
través de ellos, es dirigida a los rincones más oscuros de vuestro ser,
aquellos lugares donde mantenéis atrapado el dolor y los recuerdos, y que ahora
estáis listos para examinar y liberar en la luz del despertar de vuestra
conciencia.
Cuando estéis listos "y sólo entonces", ocurrirá la curación.
Sólo
vosotros establecéis la plataforma para este despertar, pues vosotros sois
los magos y nadie más posee el poder, a no ser que entreguéis el vuestro.
Enfrentarse al ego es una lección importante.
Lucháis toda la vida para
nutrirlo, empezando por las tempranas heridas en la niñez, cuando sois
demasiado pequeños para entender la esencia del dolor. Conforme aprendéis a
identificaros y fortificaros como individuos, os enfrentáis a las experiencias
condicionadas del entorno inmediato y a las personas que integran el centro de
vuestra vida emocional. En la confusión de establecer el yo, os enseñan a ser
desinteresados y obedientes, y al mismo tiempo a defender vuestros intereses; a
hablar, y luego a callar; a andar, y luego a quedaros quietos; a jugar, y a
portaros bien.
Fuente: Biblioteca Pleyades