Y sucedió entonces, cuando los discípulos vieron esto, que se atemorizaron con gran perturbación. Entonces Jesús, misericordioso y compasivo, cuando vio a sus discípulos con gran perturbación les habló diciéndoles: "Tened valor. Soy yo, no tengáis miedo".
(El agregado psíquico del temor debe ser eliminado de nuestra naturaleza, radicalmente.)
(En el Logos, la existencia del temor se hace imposible.)
(El temor sirve de base para muchos errores.)
Y sucedió entonces, cuando los discípulos oyeron estas palabras, que exclamaron:
"Señor, si eres tú, recoge tu luz de gloria hacia ti mismo para que podamos resistirla, de lo contrario nuestros ojos están en las tinieblas y estamos perturbados y toda la tierra también está en la perturbación debido a la gran luz que te rodea".
Jesús atrae a sí mismo su propia luz.
Entonces Jesús recogió hacia sí mismo la gloria de su luz, y cuando esto sucedió, todos los discípulos se llenaron de valor, encaminaron sus pasos hacia Jesús, se prosternaron, lo glorificaron regocijándose con gran júbilo, y le dijeron: "Rabino, ¿a dónde has ido, cuál fue tu ministerio por el que te has ido, por qué hubieron todas estas confusiones y todos los terremotos que sucedieron?". Texto El Pistis Sophia Develado
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