El hexagrama o estrella de
seis puntas es la manifestación del cielo en la tierra y la tierra elevándose
al cielo. Es la perfección de la perfección, el equilibrio de la energía
magnética en perfecto equilibrio y armonía.
La
segunda venida del Cristo también es un arquetipo, simboliza que cuando la humanidad
llegue al estado Crístico, la luz de la verdad habrá retornado al mundo.
Las
vírgenes del Paraíso a las que hace referencia el sagrado Corán, significa el
mayor premio divino para el ser, reunirse con su otra mitad. La reunión con la
otra mitad del ser es un acto sagrado.
Lo
que se une en el cielo no se desuna en la tierra, se refiere a que cuando las
dos mitades del alma se separaron, nada ni nadie, debe interponerse en su
reunión.
Reunirse
en uno, es la señal de que ambas mitades están en un nivel de onda vibratorio
que les permite lograrlo. Perdiendo así la sensación de soledad que acompaña al
ser, a lo largo de sus ciclos de encarnaciones, una soledad que desaparece
cuando se reúne consigo mismo y pasa a ser un ser completo. Es la señal del
camino correcto hacia la luz de la verdad.
Es
la hora de abrir los sellos. Es el momento de abandonar el mito y recuperar a
MAAT. Es el tiempo de abrir la mente, el corazón y el alma de par en par, para
que la radiación, los rayos magnéticos cósmicos, irradien libres de la mordaza
del pensamiento humano finito.
Las
antiguas civilizaciones de este planeta, escribían en sus libros sagrados
intentando explicar la verdad según la interpretaban, y mezclaban trascendencia
con política, usos y costumbres de la época.
El Legado de Hermes Trimegistos
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