Omnisciente y Omnipresente, Soy la Mente Universal,
Soy la Causa Originaria, Soy el Padre Omnipotente,
Soy Distinto y Soy El Todo, Soy Ambivalente.
Estoy Fuera y Dentro, Estoy Encima, estoy Abajo,
Soy El Todo y La parte, soy el que Todo Abrazo,
Siendo la Divina Esencia, Me Revelo también Creación,
Y respiro en mi Obra, siendo el Todo y la Fracción.
Estoy en vuestras profundidades, para siempre os Mantener,
Pues Soy vuestra Existencia, vuestra Razón de Ser,
Y hablo a vuestro íntimo, y también a vuestro exterior,
Estoy en el cerebro y en el corazón, porque Soy el Señor.
Venid pues a Mi Templo, retornad por tanto a Mí,
Estoy en vosotros y en el Infinito, Soy Principio y Soy Fin.
De Mi Mente sois hijos, y vosotros seréis siempre dioses,
Y, marchando hacia la Verdad, desmoronarán vuestras cruces.
No os entreguéis a misterios, enigmas y rituales.
Quiero Verdad y Virtud, nada de “ismos” que tales,
que de Mí parten las Leyes, y, cuando en ellas creciereis,
en Mis Hechos creceréis, para Mis Glorias tener.
Yo no Vengo y no Voy, Soy el Eterno y el Presente,
Siempre Fui y Seré, en vosotros la Esencia Divina Patente,
Vuestra presencia está en Mí, y la quiero plena y crecida,
Por encima de simulacros, glorificando en Mí la Eterna Vida.
Abandonando los atrasados y mórbidos encaminamientos,
Que recuerdan tiempos idólatras y paganismos polvorientos,
Buscadme a Mí en el Templo Interior, en Virtud y Verdad,
Y unidos a Mí tendréis, en Mí, la Gloria y la Libertad.
Siempre Fui, Soy y Seré en vosotros la Fuente de Clemencia,
Aguardando vuestra Santidad, en la Integral Conciencia,
Pues no quiero formas y fruslerías, sino hijos conscientes,
Hijos colaboradores Míos, por la Unión de Nuestras Mentes.
El Evangelio Eterno
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