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מארי

AUXILIANDO A LAS ALMAS DESENCARNADAS

María Magdalena interroga a su amado Jesús: cómo las almas de los que han desencarnado, pueden  ser auxiliadas por los de la tierra...

 Aconteció cuando Jesús concluyó de decir estas palabras a sus discípulos que María veneró los pies de Jesús besándolos y dijo:

Mi Señor, suponiendo que un hermano digno y admirable a quien hayamos preparado con todos los misterios de la Luz, y éste tenga un hermano o pariente y en general cualquier hombre ya sea pecador o no lo sea y tal hombre ha desencarnado y el corazón del hermano bueno se aflige y llora por él porque está juzgado y castigado

¿Qué podemos hacer mi Señor, para sacarlos de los castigos y de los rigurosos juicios?.

Y El Salvador contestó diciéndole a María:

Con relación a esto ya os lo he dicho en otro tiempo, sin embargo prestad atención que puedo decirlo nuevamente para que seáis perfeccionados en todos los misterios y os conozcan como. Los perfectos en toda plenitud.

Así pues, todos los hombres que sean pecadores o no pecadores, no sólo sí deseáis que sean sacados de los juicios y castigos violentos sino que sean apartados hacia un cuerpo justo que pueda encontrar los misterios de la Divinidad para que progrese y herede el Reino de la Luz, practicad entonces el tercer misterio del Inefable y decid:

Llevad el alma de éste o aquél hombre del que pensemos con nuestro corazón, fuera de los castigos de los arcontes regidores y conducidlo de inmediato ante la Virgen de la Luz, y en cada mes que la Virgen lo selle con un sello más alto, y en cada mes que la Virgen de Luz lo vierta a un cuerpo justo y digno para que progrese en las alturas y herede el Reino de la Luz.

Y si vosotros decís esto, amén os digo:

Todo el que sirve en las órdenes de los juicios de los arcontes o regidores, acelera la entrega de esa alma de uno a otro hasta que la conducen ante la Virgen de Luz.

Y la Virgen de Luz lo sella con el signo del Reino del Inefable y lo entrega a sus receptores para que lo viertan en un cuerpo justo a fin de que encuentre los misterios de la Luz para que sea digno y prosiga hacia la altura y herede el Reino de la Luz. He aquí lo que me habéis preguntado."

Y María Magdalena continúa su interrogatorio y contestó diciendo:
Así pues mi Señor, tú nos has traído los misterios al mundo para que el hombre no muera por la muerte que le designen los arcontes o regidores del Destino, ya sea que lo destinen a morir por la espada o las aguas o las torturas y actos de violencia que están dentro de la Ley o a través de cualquier otra muerte  nos has traído tú entonces los misterios al mundo para que el hombre no muera por la muerte que le designen los arcontes del Destino sino para que muera en forma repentina si no tiene que soportar sufrimientos a través de tales formas de muerte? Porque son excesivamente numerosos los que nos persiguen por tu nombre y si nos torturan podamos pronunciar el misterio para dejar el cuerpo de inmediato sin tener que soportar ningún sufrimiento. Texto libro: María Magdalena esposa de Jesús el Cristo


                                                          El Escriba

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